Esta economía es una ruina

El capitalismo salvaje funciona de maravilla, créanme. Y no me digan que cada día amanece con nuevos y preocupantes datos sobre la crisis financiera internacional (aumenta el desempleo, cae la bolsa, se dispara la inflación, crece el déficit presupuestario, sube el precio de los limones), porque lo cierto es que el actual sistema liberal de bienestar garantiza plenamente nuestra calidad de vida: el Gobierno reflota los bancos con ayudas públicas, Esperanza Aguirre acaba con la sanidad madrileña, las televisiones siguen emitiendo sus programaciones con absoluta normalidad… ¿Qué más podemos pedir? Pues que una cadena privada, Antena 3, se sume a las medidas de Zapatero y ponga su granito de arena para combatir la recesión económica: anoche regresó "Esta casa era una ruina".

(antena3)

El equipo del programa.

Teniendo en cuenta que el programa consiste en arreglar por la cara el hogar de una familia en apuros, hubiese sido un puntazo comenzar por la reforma de la casa de los Botín en Santander. O la de Juan José Güemes, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid y yerno de Carlos "lotería" Fabra. ¡Qué mal rato tiene que estar pasando esta pobre gente con la crisis! Lamentablemente no fue así, siendo la familia elegida una de Canet de Mar con cuatrillizos y un enorme drama a sus espaldas.

En la pasada temporada, cuando en España aún atábamos los perros con longanizas y comprábamos los Mercedes y los pisos de dos en dos, este docu-reality batió récords con una media de 22.5% de share y más de 3.000.000 de espectadores. ¿Qué cuotas de audiencia no logrará en estos días de crisis galopante, con el miedo instalado en nuestros corazones y una familia sacudida por la miseria y la enfermedad (una esclerosis múltiple) como primer reclamo?

Es difícil elegir el programa más obsceno de la televisión española. Hay tantos… Pero "Esta casa era una ruina" se ha convertido en un serio aspirante a tan miserable título. Por una razón muy sencilla: gestiona las necesidades primordiales de la gente de manera inmoral. ¿Eres pobre? ¿No tienes trabajo ni futuro? ¿Un miembro de tu familia está gravemente enfermo? ¿Tu casa es una mierda? Pues cuéntalo delante de las cámaras. Si logras transmitir tu miseria, si inundas la pantalla de lágrimas, si das verdadera pena… te hacemos, por el morro, esa obra que tanto necesitas para vivir dignamente. Un planteamiento, estarán de acuerdo conmigo, francamente perverso.

Para vivir en un hogar digno, la familia que protagoniza el programa tiene que vender su dignidad. Concretamente a Antena 3, cadena capaz de convertir su miserable limosna en un gran espectáculo televisivo. «Un padre coraje que hace frente a la grave enfermedad de su mujer. El equipo del programa tiene sólo diez días para hacer el bien a esta familia», asegura el presentador de esta pantomima, de este lacrimógeno show diseñado por mentes sin escrúpulos, de esta repugnante utilización de la desdicha ajena.

La caridad es una de las grandezas del sistema capitalista, por mucho que les moleste a los progres. Se derrumba Wall Street y sobre sus escombros aún calientes se levantan espléndidas ONG, flamantes fundaciones y exitosos programas de quijotesca televisión. ¿No se emocionaron ustedes hasta el llanto con la reunión de filántropos convocada por Zapatero el pasado lunes? El presidente del Gobierno y los cabecillas de los principales bancos, perdiendo su valiosísimo tiempo y sin cobrar dietas, acudieron al rescate económico de la tropa. Un detalle de generosidad a la altura de unos pocos elegidos, entre los que sin duda se encuentra Lorenzo Sanz. ¿Saben a nombre de quién estaban los pagarés de 10.000 millones de dólares que intentó colar en un banco? No se lo pierdan: la Fundación para la Defensa Legal del Pobre.

¿Crisis? Tranquilos: estamos en buenas manos.

Los Pop Robinson.

Un motivo para no ver la televisión

Pop Robinson

Cd: Los náufragos del tiempo

La banda de mi amigo Amador. Ni más ni menos. Un cuarteto de power pop que ha crecido en los bares de la capital: bebiendo cerveza, viendo al Liverpool y escuchando canciones de ingleses (Paul Collins, Elvis Costello, Nick Lowe) y madrileños (Secretos, Pistones, Elegantes). Una formación clásica (dos guitarras, bajo, batería) que apuesta por las canciones cortas, directas y sin acordes de más. ¿El sonido? En ocasiones brillante, en otras rasposo, con espacio para las baladas, pero siempre primitivo y auténtico.

A Pop Robinson lo que realmente les gusta es subirse a un escenario. Pero se han tomado la molestia de grabar dieciséis temas en un estudio, los que forman "Los náufragos del tiempo", un primer cd que no resulta fácil de encontrar en las tiendas de discos (en las pocas tiendas de discos que quedan). Para contactar con Pop Robinson: [email protected].

Escuchar "Tormenta de hielo" pinchando aquí.